Mala publicidad

¿Habéis visto el anuncio de las sartenes San Ignacio? Ella llega a la casa de él en lo que parece una cita de ensueño. Escucha música y pregunta: ¿Bach? Y él contesta: Mozart. Ella señala su camisa y dice: ¿Seda? Y él contesta: Seda natural. Se sienta a la mesa, él se acerca con el cazo en la mano y le sirve la cena anunciando: San Jacobo. Y ella contesta: No cariño, San Ignacio.

¡Diooooos! ¿Cómo puede ser un anuncio TAN MALO?

Primero, por poco que sepas de música clásica ¿cómo se puede confundir a Bach con Mozart? (esto es una petardada, perdón, se me escapó, ya paso al segundo punto).
Segundo, para una cena romántica ¿a quién se le ocurre preparar unos tristes san jacobos? Sólo le falta decir: Mira cariño, san jacobos congelados del Lidl, que estaban de oferta, y como no sé hacer otra cosa...
Y tercero, siendo la casa y los personajes tan sofisticados como nos los pintan ¿cómo se le ocurre servirlos directamente del cazo? ¡¡Será cutre el tío!!

Soy yo, y me levanto de la mesa y me largo ¡habráse visto!

Malo, malo, malísimo. Claro, que lo de "Suerte, maestro; No la necesito; No, digo que suerte el paquete de gulas" es MIL VECES PEOR!!!

Parafraseando al padre de Calvin, que decía que habría que obligar a los arquitectos a vivir en sus propios edificios, yo digo que como castigo los publicistas deberían pasarse unas cuantas horas viendo sus propios anuncios. Así no nos torturarían de esta forma tan desalmada.

Otra opción es apagar la tele :)